lunes

Las mejores amigas.

Tras unos revolcones sobre el colchón de sabanas rosadas, jugando a los Gladiadores. Cayeron al suelo donde siguieron forcejeando sus extremidades entre risas y carcajadas. Se cogían las manos empujando de adelante hacia atrás.
Sandra se había puesto su pijama de verano color crema divida en un polo escotado y un short apretado que se ceñía a los muslos. Micaela no tenía pijama, había improvisado con un polo holgado y conservó su truza.

-¡Soy un vampiro! –dijo Sandra abriendo de par a par la boca, dio un gruñido y de inmediato mordió el cuello de Micaela.
Ella se carcajeaba con el rostro enrojecido de tanta risa, el estomago ya empezaba a dolerle. Sandra mordía controlando la fuerza de sus dientes para no hacer daño a la blanquecina piel de Micaela.
Las pelusas de la alfombra causaban picor en los brazos, el movimiento de ambas perturbaba la tranquilidad del polvo el cual se levantaba causando molestias.
Al cabo de un momento se empezó a sentir incomoda por la persistencia de su amiga en continuar haciendo lo mismo. Procuro mostrarse seria ante las bromas de Sandra para que cesara. Sin embargo ésta no se daba cuenta de su incomodidad, intentaba desembarazarse del cuerpo de Sandra empujándola.

-Sandra ya me canse, el suelo está sucio y me pican los brazos. –Arrugaba el rostro, su tono de vóz era berrinchoso.
Su amiga le cogió con fuerza las muñecas presionándolas contra el suelo. Acercó la boca nuevamente a su cuello, ésta vez no mordió.
Un hormigueo recorrió todo el cuerpo de Micaela al sentir la húmeda lengua de Sandra sobando minúscula y fugazmente su piel dejando unas cuantas gotas achatadas de saliva.
Su cuerpo adquirió la quietud de un pájaro fascinado por una serpiente.

-¡Sandra! –Gritó Micaela- ¡No me hagas eso!
Sandra se detuvo, la miró, sus rostros estaba muy proximos. -¿Por qué? Estamos jugando.
-Ya hemos hablado de esto antes ¿Que no entiendes?.
-Si, si entiendo, pero ahora solo estamos jugando.
-Sandra, hablo enserio.

La hizo a un lado, se puso de pié, su mirada era dura, caminó hacia el baño con el cuerpo entumecido. Sandra estaba a un lado de la habitación, sin palabras, miraba a Micaela en todo su recorrido.
Juntó la puerta permitiendo que parte de la luz del interior se note por la hendidura.
Giró la llave, junto las manos, recibió el agua entre sus palmas, seguidamente lo lanzó en su rostro, chorros de gotas frías esparcidas en su piel, entrecortando los efectos de la cerveza, el vino, y el tequila que había tomado en la fiesta de su amiga. Se lamentaba de que Luís durante toda la noche no le haya hecho caso, ella se arreglo lo mejor que pudo solo para llamar su atención, pero todo le salió al revés, los muchachos que se acercaban a ella no le interesaban.
Se miró en el espejo, se preguntó como fue posible que Luís no se fije en ella si es tan bonita. Sonrió. La puerta se abrió unos centímetros, los suficientes para permitir entrar de costado el cuerpo de Sandra.

-¿Puedo tener algo de privacidad? –la miró por el espejo.
-Estas en mi casa, y en mi cuarto, y somos las mejores amigas. Siempre nos contamos todo, no existe la privacidad entre las dos. –Sandra miraba sus labios por el reflejo.
-Que chistosa… ¿que me cuentas de Giovanna? –Esperó su respuesta con una mirada punzante.
-Esa tonta, ya me aburrí de ella, no es lo mismo que hace unos meses. Ayer le dije para terminar. -Posó las manos en su hombro como si fuera a darle masajes. - ¿Como te fue hoy con Luís?
-Sabes bien que no conseguí llamar su atención –Se acomodó los senos rodeándolos con sus manos.
-De seguro es su tactica, dudo que no le gustes. -Se acercó a su oído derecho y susurró con voz retumbante. -Estas muy buena.
-¿Que te sucede? Estas extraña. –Dijo volteando un hacia Sandra, si lo hubiese hecho unos centimetros más sus labios habrían rozado. Volvió la cabeza de nuevo hacia el espejo.
-No estoy extraña, así soy, lo que sucede es que contigo no suelo ser yo misma, pero debes tener en cuenta que hace tan solo quince minutos estábamos bebiendo. No sé, me siento capaz de todo.
-Si pero yo no. A lo mucho estoy acalorada, y más contigo aqui.
-Soy muy debil, me siento un poco borracha pues amiga, lo siento. –Con la mano bien abierta le cogió una nalga haciendo presión. -!Mmmhh!

Micaela peló los parpados por la admiración, su vientre chocó con la superficie fría del lavatorio. Sandra utilizó su otra mano antes de que Micaela se niegue. Estaban tibias, y eran delicadas. Su amiga gimió levemente.

-Tengo sueño –dijo Sandra, la soltó. Salió diciendo. - Hasta mañana, amiga.

Sóla, miraba su reflejo con la sensación de ser otra. Acomodó las tiras de la truza. Volteó, Sandra estaba echada en posicion fetal con el brazo reposando en la mitad vacía del colchón. La tenue luz amarillenta contorneaba sus formas bajo la sábana.
Micaela se echó al costado, levantó la sabana y se metió en ella.

-¿Tienes sueño Mica? –Preguntó Sandra.

Ella no contestó, algo dentro de su mente le impedía hablar. Pensaba en miles de cosas, la fiesta, los tragos, la música, Luís, Sandra, la cama…

Sandra se voltea hacia ella, su atrevida mano avanzaba como dos piernitas con los dedos índice y anular por debajo dela sabana, haciendo notar por fuera un bulto que se movía rumbo a la pierna de Micaela.

Micaela seguía con la mirada aquel bulto sin hacer nada, cuando llegó a la meta, cerró los ojos levantando la cabeza. Sandra posó la mano abierta sobre su muslo, la movía como una medusa, abriendo y cerrando los dedos mientras subía lentamente creando un cosquilleo nervioso placentero. Micaela mueve su rostro hacia Sandra, sus labios estaban entreabiertos expulsando un ruido sordo. Sandra la besa, al mismo tiempo en que su mano cubría el pubis por encima del calzón, sin dejar de moverla como una medusa.
Sandra recorre con su lengua la quijada, bajando hacia su cuello, donde se concentra chupando la piel. Los dedos habían cruzado la barrera de la tela, se escurrieron rápidamente por debajo hasta descubrir la zona entre los labios laterales que se había transformado en un lago de fluidos vaginales. Sus dedos fueron bien recibidos en aquel lugar, la sustancia resbaladiza facilitaba el paseo por los interiores, desde el clítoris hasta el inicio del orificio sin penetrar en él.
Micaela flexionaba sus piernas, retorcía sus tobillos, curvaba la espalda, presionaba sus parpados, gemía buscando la boca de Sandra, ésta aún seguía disfrutando de su cuello, con la otra mano prosigue a subirle lentamente el polo con las ansias internas de conocer por primera vez los senos desnudos de su mejor amiga. Ya los había visto antes, cuando se cambiaban de ropa juntas, sin embargo nunca tuvo la oportunidad de tenerlos a su disposición, libre que hacer con esas suaves masas de carne y piel lo que se le plazca. Sus pezones color café se encontraban endurecidos como uvas, fueron cubiertos con la boca de Sandra, dentro de la cavidad la lengua subía y bajaba saboreando la protuberancia.

Con ambas manos deslizó el calzón por sus muslos, pantorrillas, y pies, luego la tiró al suelo, Sandra se sitúa delante de ella, arrodillada, aproxima sus manos hacia los botones de su diminuto short. Micaela miraba extasiada los movimientos de Sandra. Habiendo desabrochado el short, se podía divisar el inicio de su entrepierna con escasos bellos púbicos que sobresalían. Lentamente se quitó la prenda recorriendo los glúteos, hasta llegar a las rodillas donde no le importó no haberse quitado por completo el short, y se echó sobre Micaela que tenía las piernas completamente separadas. La besó metiendo su lengua lo más que pudo, lamiendo los alrededores de su boca con un hambre estremecedor, rosando con fuerza su mojado sexo con el de ella.

Sandra imitaba los movimientos penetrativos del sexo, se movía con maestría estimulando el lugar indicado sin problemas, hacía presión exacta sobre el enrojecido clítoris de Micaela. Ella gemía sin parar, abstraída en el mundo de las sensaciones donde no existía más que el placer sin importar la fuente. Agarra sus senos, los soba delicadamente poniendo los pezones entre sus dedos. No resiste y deja salir un quejido, pasea sus manos por la espalda aproximándose a las nalgas. Sandra se detiene. Se levanta volteándose, le regala a Micaela una vista preciosa de su trasero. Aproxima su cuerpo volteado hasta tener el rostro de Micaela entre sus piernas con la vagina a la altura de su boca, Sandra deja caer su cuerpo hacia la entrepierna de Micaela, y se dispone con toda la paciencia del mundo a saborearla sin apuro, haciendo uso de su hiperactiva e insaciable lengua.
Micaela con la cabeza apoyada en una almohada lamía los alrededores de su vagina mientras sus manos sobaban los glúteos, y de rato se aventuraban a rosar el culo de Sandra. Ambas cerraban sus piernas cuando sus lenguas hacían contacto con zonas hipersensibles que generaban espasmos eléctricos en cada sección del cuerpo, la cama empezó a rechinar, pero el placer mantenía a los sentidos absortos en la percepción de sus cuerpos combinándose.
Micaela por un momento pensó en la posibilidad de que la mamá de Sandra se acerque al cuarto a ver qué es lo que causa tanto ruido. Sin embargo cuando sintió que desde su vientre se condensaba una tensión apunto de explotar y que la lengua de Sandra contribuía con sus lamidas a que el momento llegue perdió por completo la noción del peligro, el miedo, las restricciones, y todo lo que le impedía disfrutar al cien por ciento el acto, le fue imposible retener las palabras de placer que le salían espontáneamente desde el fondo de su ser, ¡Así! ¡Sigue! ¡Que rico! ¡No te detengas, está muy bien! ¡Me encanta! ¡Ahhh!…
Sus piernas se estiraron completamente, el cuerpo entero se abandonó a una experiencia casi divina, sus globos oculares miraban hacia arriba como los Santos iluminados, su boca gemía apaciguadamente, por debajo de su piel viajaba un hormigueo desde la punta de los pies hasta el último de sus cabellos.

Sandra no había llegado al orgasmo, pero sentía esa satisfacción única de haberle causado tanto placer a su mejor amiga. El cuerpo de Micaela lleno de gotas de sudor, cálido, satisfecho, Sandra se echó sobre ella cerrando los ojos y así se quedaron hasta que el cielo se aclaro.

16 comentarios:

Poeta Errante dijo...

Uhh, esto es increíble.
Existe algo más bello que el sexo entre dos mujeres? Jaja.

Mis saludos cordiales para vos!

Y con respecto a tu pregunta sobre mis escritos. Sí, tienen mucho de vida, de mi vida.

Nos leemos!

Estefanìa dijo...

hola j.c wow que puedo decir...me encanto... excelente escrito. mientras lo leia casi sin querer, apretaba y contraia mi entrepierna y la vagina. Excelente relato. Hubiera acabado si alguien me lo leia, porque hubiera tenido mis manos libres y los ojos cerrados.
besotes

Silvia_D dijo...

Muy bien relatado, sí, muy erótico, sensual y bonito ;)

Me están gustando mucho tus relatos, niño, geniales, felicidades.

Ah, tu coment, yo tampoco soy de poesías, yo, lo que escribo lo califico de relatos, no tengo la capacidad , ni la técnica, soy totalmente autodidacta, simplemente escribo sentimientos, relato cosas, son letras, no son más, pero sentidas.

Gracias por leerme :)

Besos y feliz semana

Noche Hermosa dijo...

Muy buen relato.

:)

ChAnd dijo...

Bien mi amigo... hay que confesar que el relato es... erótico, excitante, no me parecen simplemente "morbosidades" ja ja ja... Veo que te gusta el género y seguro que lo lees mucho para al tiempo poder expresarlo así siendo tú tan joven... desde luego sin restar importancia lo que tu experiencia de vida pudiese aportar...

En fin, también he de confesar que para mí los relatos eróticos son del momento y les encuentro, en general, salvo muy honrosas excepciones, poca trascendencia..., así que por ahora, ¡muy bien! ¿Y qué sigue?

Gaviota dijo...

Exelecente escrito lleno de fuego....la verdad que eres un master plasmando las cosas, te felicito

Las Lunas de Cleo dijo...

Excelente!! me has encendido eh? y eso que soy hetero hasta las trancas, jaja!
Pero la descripcion de sensaciones ha sido magnífica!!!

BESOS!

Lydia dijo...

Has rodeado la pequeña historia con toda la sensualidad... con una sensibilidad que te hace meterte de lleno en ese ambiente, cargado de erotismo, cargado de pasión que frenada... se vuelve desenfrenada...
Genial.

Srta. Maquiavélica dijo...

wooww thanks x tu visita¡¡¡wowow q rico post me gusto me gusto esta súper cachondo, esta bueno¡¡¡ya me imagino q este post para muchos hombres será su fascinacion jeje
besos

Micaela dijo...

Hola Juanca

Conforme con lo dicho por tu primer comentario ¿existe algo más bello que el sexo entre dos mujeres?

Me gustó mucho tu relato, me ha hecho pensar en miles de cosas y miles de experiencias y sensaciones.

Gracias ;)

*Tany* dijo...

WOw! esta super tu relato!
has narrado tan bien los hechos, que me has llevado hasta ese mismo lugar! uhmmm es increible!

me ha gustado mucho la historia.

Tany

Arkantis dijo...

Uff muy bueno tu relato...
Un beso

Silvia_D dijo...

Hola, niño, te dejo un regalo en mi blog :)

Besos

Atenas dijo...

me encanto tu relato muy erotico ..es mas no lo creo nada ,morboso

Jus dijo...

genialidad...solo eso se puede de este escrito...lo bueno de estar entre lo obseno y lo amoroso y no sobrepasr ninguno de los te permite eso, ser genial...

Jus dijo...

genialidad...solo eso se puede de este escrito...lo bueno de estar entre lo obseno y lo amoroso y no sobrepasr ninguno de los te permite eso, ser genial...