Yo estoy mal, entonces al rededor mío también todo anda mal. En cosas tan simples aparece ese malestar. Una fotografía, una pasión con sabor a fresa, un grano de agua, mi ser es una masa de sangre con interior amargo, un manojo de piel por donde fluyen canales internos de sal, algo fresco que a veces se torna helado, y en ocasiones surcado, y si parece que hay un sentido en algo de esto, si lo hay, había una vez mucha emociones color plateado, muchas agonías que sabían a azufre, tantos momentos de arena, tanta carne cruda, tanto renacimiento, una y otra vez lo mismo.
Mi nombre, ya lo conoces, ¿Servirá este tonto formalismo? De todos modos ahí va, soy J.C.R.Y. Por ahí me dijeron aunque no se con que derecho ellos se atreven a referirse a ti, pero me dijeron que no lees los pensamientos, sin embargo todo el tiempo observas.
tanto tiempo en tu inframundo, tantas personas que te llevaste, que seguiste, que influiste, no necesitas de esa ventaja divina, tu aguda visión deduce lo que maquinan nuestras pobres mentes. No me atrevo, guardo en mi tanta cobardía, me causa escozor la idea de mencionarte mis ingenuos motivos y que tu solo te rías, o quizá ya te estés riendo, solo empezaría por lo principal… esta miseria me agobia, esta miseria, claro una miseria que yo sembré, no la quiero, necesito abundancia, riqueza, conocimiento, eres el dueño de esta tierra, los cinco elementos están a tu disposición, y darle todo lo que necesita un ser humano lo consigues con solo pestañear, el soplo de vida que Dios me dio, te lo ofrezco (Libre albedrío), quédate con mi alma, hazme arder en el infierno, pudrirme en esa calcinante eternidad, no me interesa, ese obsequio que te da Dios, en realidad es una trampa, un acertijo, luego se sienta coge su control remoto y se pone a mirar como el hombre teje su propia muerte, pensando, sangrando para algún día entender el secreto de la vida, y justo cuando algunos lo consiguen es tiempo de morir, y aun así lo hayan entendido, no merecen el cielo porque apostaron por sus convicciones “humanas”, cuando según él todo esta en su libro, ja, es un iluso. Necesito que leas aunque sea una palabra de esto necesito tu oscura atención, necesito una larga vida en este, tu mundo, la muerte no existe, aceptando tu existencia y tu reino, el alma aunque destinada a sufrir sigue siendo eterna y la muerte no existe.
Mi estado del alma, es nebuloso, tiene ramas, y yemas, algunas flores que se cayeron, algunas nubes que lloviznan, bastantes rocas, bastante agua turbia, bastantes descampados por donde nadie quiere andar, pues solo encontrara soledad, hay algunos hoyos, esos son interesantes, uno ingresa y encuentra entretenimiento, pero sino sale rápido tarde o temprano conseguirá agobio, algo le asfixiara, luego de la experiencia ese hoyo no servirá más, verlo de lejos será mejor que entrar. Verlo de lejos, no entrar, verlo de lejos, y solo visitarlo, o llamarlo… nadie se siente cómodo en los descampados solitarios de mi alma, entonces ese ser insalubre, quiere andar, en un camello por los cabellos de algún clítoris, de, una protuberancia que nace, sale, emerge igual a una semilla, y tiene forma de pezón. No suena bien, secreta algo, hay en todo eso una excreción, primero es liquido, en contacto con la atmosfera se trasforma, toma una estructura compleja, aparecen otros elementos, y termina pareciéndose a una estatua de calcio, de calcio, de calcio, una pelota, una minifalda, una piel bronceada, sus pantorrillas, solo eso se veía, y si que era excitante, a través de esa hendidura, mientras el otro miraba atento la tele, esa joven ya casi rozando la adultez, se refugiaba en la hermosura de su cuerpo voluptuoso, recuerdo que también cantaba, no recuerdo que, tarareaba…
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