Cada despertar aún bocarriba mientras se reponía del ardor en los ojos y la pesadez del cuerpo, dedicaba parte de su energía al recuerdo de la noche anterior, luego tenía gran vergüenza de salir, ¿Y si alguien le había visto escabullirse, andar en puntillas? ¿Si alguien sospechaba? La vergüenza se convertía en miedo, prefería mantenerse ojiabierto, con el sentido del oído alerta a cuchicheos y demás sonidos que le hagan saber que saliendo no estará en peligro, y será más fácil evadir a Flor por si se dio cuenta, por si se las olía.
Cuando se sintió más seguro recién abrió la puerta con la toalla en el hombro, caminó hacia el baño del pasadizo, su mamá, papá, hermano, y la prima que ya en unos días volvía a Arequipa, tomaban desayuno en la mesa circular. No saludó a nadie, lo vieron caminar como vago, despeinado, ojeroso, con su pijama crema, no le decían nada, pero sus padres recordaban la clásica conclusión en sus discusiones: es un adolescente, ya le pasara.
Bajo la ducha continuaba pensando, no había mañana en la que los recuerdos no abrumasen su consciencia hasta después del baño, el café, donde si se cercioraba que en la actitud de Flor no había nada sospechoso quedaba tranquilo, listo para el día.
Esa vez se sentía diferente, pues había ascendido de nivel, era una oscura y silente euforia de haber logrado alcanzar tal punto, todas las noches desde una semana después que Flor llego de viaje lograba algo nuevo, ayer consiguió con mucho cuidado palpar e incluso sobar por debajo de la trusa su pubis. Tan solo fue unos segundos en los que toco, y apretó, el impacto de haberlo hecho impregnó en su memoria las sensaciones aunque fugaces muy intensas de sus yemas próximas a los bellos púbicos, o la palma rozando a penas su vientre que debió causarle algún cosquilleo pues se movió, el nerviosismo lo dominó haciendo que saque la mano sin el mínimo cuidado, se alejó haber si la sombra del rincón lo protegía por si hubiese despertado, Flor no hizo más, volvió a dormirse pero de costado. Se quedo inmóvil viendo lo que sus pupilas conseguían definir de su cuerpo, algunas curvas, si veía más era porque imaginaba líneas contiguas bajo su polo o el cubrecama, así proyectarse a como sería si estuviese desnuda. El agua tibia encendía los recuerdos, les daba vigor, deseos de continuar la escena, quitárselo por completo, seguir tocando, descendiendo, si fuese posible entrando, se veía a sí mismo consumándolo con los dedos, con la lengua. Apoyaba su desnudez en las losetas, recibiendo el agua apretaba su erección, estimulando con rapidez, quiso liberarse soltando jadeos de placer, su falo también sonaba al ser agitado así que abrió por completo la llave para disimular hasta que haya acabado.
Era sábado, no tenía el escape de sus clases, sus responsabilidades eran dentro del hogar: tender su cama, reunir su ropa sucia en la canasta naranja que estaba volteada al lado del escritorio, luego hacer el mercado, y recién quedaba libre de salir en la tarde.
Flor no se mostró extraña, continuaba con sus cosas ayudando en la limpieza, y después repasando sus libros de odontología. Había escuchado que era una chancona, era fácil creerlo, Julián siempre la juzgó por cómo la evocaba de varios años atrás, una navidad que vino con toda la familia, era escuálida con cara de nerd, no sólo él lo decía sino también sus amigos de la cuadra, Tu prima me la baja weón. Ahora lo que conservaba de ese aire insípido-intelectual era su conducta sosegada, su hablar breve y preciso, además de la manía de ojear cualquier cosa que tenga palabras a leer. En el físico no era la misma, tampoco había sufrido un cambio radical, sólo se le adhirieron unos cuantos detalles nada grotescos en algunas secciones (Busto, muslos, caderas) Sabía vestir de tal forma que las acentuaba sin fastidiar la vista, al contrario la cautivaba.
Sus miradas no solían cruzarse con frecuencia, sino de forma casual al pasar uno a lado del otro, o cuando estaban en silencio y uno aparecía de pronto entonces se miraban como queriendo decirse algo pero antes uno de los dos volteaba. Desde que la tocó por primera vez fue disminuyendo la comunicación con ella, era una especie de cargo de consciencia que iba debilitando el canal social, antes habían tenido dos conversaciones largas, una al día siguiente que llegó, hablaron de religión, el lavado de cerebro, las torturas de la santa inquicisión, ambos tenían conocimiento de aquellos temas. Después una noche la misma en la que por primera vez se atrevió a curiosearla, hablaron sobre los demonios, la historia de Lucifer según la Biblia, algunos mitos urbanos, lo oculto les despertaba gran interés, pero Flor no tenía otra manera de hablar sino estimulando su intelecto, o era que Julián no tenia idea de cómo hablarle de otra cosa, algo menos cerebral y más emocional. Aquella segunda vez consumieron todo lo que podían las palabras, luego no tenían más que decirse. Junto a su hermano habían estado mirando La maldición, la versión japonesa que terminó muy tarde, tuvo sueño antes del final, luego de la exhaustiva charla a ella también le ganó el cansancio pero aún no se tapaba, había cerrado los ojos, respiraba por la boca colgando el labio inferior. Los dos botones bajo el cuello estaban abiertos, la luz del televisor pronunciaba el relieve de la clavícula, esa vez posó la temblorosa palma en un seno, la tela dejaba sentir la piel viva de abajo, al ver que ella parecía estar muy lejos de su cuerpo se atrevía a hacer leves presiones y no solo en su pecho. Era pobre el conocimiento que tenía del cuerpo femenino, las oportunidades que tuvo con alguno fueron experiencias vacías: Yuli su ex que para permitirle toqueteos antes eran necesarios, el cine, algún peluche, el Fast Food, ya que a veces se aburría de todo ese ritual visitaba alguna puta de Colmena, cinco minutos moviéndose encima, venirse y se acabo. Es decir tener un cuerpo joven y proporcionado que no reaccione mal o pida condiciones al ser tocado no era algo que sucedía siempre, tal suceso fue el comienzo de una cadena de descubrimientos tanto dentro como fuera de sí, esperar a que quede bien dormida cada noche para ir a tocarla era algo que antes ni se imaginó ser capaz. Flor se retiraba el próximo sábado, ni eso le hacía pensar en de una vez intimar con su cuerpo consciente, hacerlo así era emocionante y representaba cierto reto ensañarse con ella sin despertarla aunque de por sí ya tenía el sueño pesado, tal era una gran ayuda casi una bendición.
La ojeaba con disimulo desde la mesa cambiando pagina por pagina, mordisqueando el lapicero, revisando su celular, paseaba la mirada por las líneas que definían su cuerpo, él conocía el aroma y sabor de su piel, conocía lo que se siente tocarla, ¿Y si ella uno de estos días se da cuenta, si lo hago sin cuidado y la despierto y no tengo tiempo de escapar? ¿Qué haría? ¿Qué haría yo? ¿Qué me esperaría?
El día culminó, Julián había salido con sus amigos, invitado una vez más al cine a Yuli, esperó hasta las nueve para regresar, cenó con todos, en la mesa el asiento que le tocó fue al lado de Flor, ella conversaba como siempre, tranquila, diciendo cosas interesantes, contando sucesos de la universidad, Julián al contrario vivió una de las cenas más tensas del mes por el echo de estar sentado ahí.
Más tarde esperó el momento indicado leyendo revistas y escuchando música en el Mp4, al ser las 12:30 apagaba la lámpara, se destapaba, miraba la cama de arriba, su hermano respiraba fuerte por boca y nariz, estaba bien dormido. Iba descalzo por el parqué cruzando la habitación de sus padres, el baño, hasta el cuarto de estudio donde habían echo un espacio para el colchón de Flor entre el estante y la computadora, ahí la encontraba por lo general bocabajo.
La rutina nocturna no cesó hasta el día de su partida, el mayor susto que tuvo fue el miércoles cuando teniendo el prepucio palpando una nalga escucho abrirse una puerta, reconoció que era su madre por sus sandalias arrastrándose, subió el pantalón rogando que no se atreva a dar un vistazo a los cuartos como hacía de ves en cuando, lo terminó haciendo pero antes entró al baño y Julián pudo irse tranquilo.
Aún mantiene en alta definición aquella imagen mental de Flor entrando al auto con una blusa blanca, un jean corto esos que terminan mucho antes del tobillo, sus lentes de sol, su cabello lacio de rayitos fucsia, cuando llegó el sábado en que se iría de lima. Cerró la cortina y suspiró.
Los demás días tuvo problemas al dormir que superaba después de la media noche con cucharadas de agua de azahar, La masturbación yacía lejos de sus posibles sugerencias como escape. Fueron varios los días que transcurrieron sin que se enterase de la existencia del papel cuadriculado en medio de una de sus separatas en el ultimo cajón del velador, había sido doblado como una carta, en la primera cara decía “Para Julián”.
Sufrió un sacudido eléctrico, retrocedió a pasos tiesos hasta dar con la pared, pegado a ella descendió despacio, presionaba fuerte el papel, no parpadeó en toda la lectura, tan sólo se atrevió a hacer una pausa cuando sintió que había retenido mucho tiempo el aire, además que su boca se encontraba demasiado seca.
“Te creía una persona racional, cuando me hablaste por primera vez y la platica fue tan interesante que nos salteamos un tema tras otro y parecía que nunca nos cansaríamos, tu no me decías lo linda que soy, lo bonito que me quedaban mis rayitos en el pelo, ni ninguna clase de piropo con tal de acercarte más a mi, tampoco te sorprendía mirándome el cuerpo a escondidas, eras educado e instruido, me alegró tener un primo así.
No me llegue a enterar tan rápido, fue una semana después en que sentí un aire entrando por la puerta, unos pies hundiendo mi colchón, pensé que eras tú viniendo a sacar algún libro, pero tus manos lo único que buscaron fue la forma de cómo deshacerse de la sábana y el cubrecama que me protegían, no quería pensar mal, prefería quedarme quieta sin mostrar ninguna señal de estar despierta, pero Julián, al descubrirme y pasar tus manos en mis espalda, también recuerdo tu lengua un molusco tibio paseando sobre mi piel, ese bulto endurecido entre tus piernas que lo sacabas para continuar rozando, le encontré al fin la respuesta al porqué de haberme sentido tan invadida, tan sumisa, húmeda, todos estos días al amanecer.
Me parece depravado, enfermo, incluso criminal, es aberrante, no lo creía de ti, yo pude haberte acusado cuando se me diera la gana. Eres bien mierda de verdad. Lo haces como si fuese lo último que harías en la vida, te desesperas, te olvidas que soy humana, tan solo exploras sumido en un extraño trance. Después te retirabas sin poner nada en su lugar y no tenías idea del ser agitado y caliente al que abandonabas. Te notaba lejano al día siguiente, te escondías, despertabas tarde, ya no me hablabas de ciencias ocultas, desaparecías hasta el anochecer para crear un capítulo más, yo también fui participante activa de la trama, no te dabas cuenta y mejor sino lo hacías, pero ¿Por qué crees que ya no me encontrabas siempre dormida en la misma posición?
El último viernes me diste un leve pico en los labios, me hubiese encantado abrir los ojos y meter mi lengua en tu boca antes que intentes escapar de miedo, traerte hacia mí y retribuir parte de todo lo que me hacías. Confieso que el conjunto de temores que me despertabas, no lo sé, abrían paso a un desequilibrado deseo de que continúes, y que siga aquel clima denso que empañaba mi voluntad. Esa noche te volviste a ir pero no a tu cuarto sino al baño, yo sabía lo que hacías ahí, entonces quise hacerlo contigo, acariciándome por las partes que tu más explotabas, realizando lo que no pudiste hacer y que sin duda te hubiese dejado.
Regreso a mi casa sintiéndome dos personas a la vez, no era yo la que se dejaba hurgar por ti, era la que habías hecho emerger. No sé si darte las gracias o mandarte al carajo, para fiestas patrias de seguro volveré con mi mamá y mis hermanos, pasara tanto tiempo, fácil esta calentura ya no exista, no importa te pido el favor que lo vuelvas a hacer, quizá sucedan más cosas".
Flor.
11 comentarios:
:O
hey!! feliz navidad y prospero año nuevo!
que onda? como va todo, que dicen las chicas?? jaja!!
hey te cuidas nos leemos!
No lo había leído!!... pero ahora si me tome mi tiempo... al principio dije flor! pero resulto ser diferente a la que es mi prima y conozco también.
Me gustan tus relatos, siempre tan exquisitos de literatura...prepornográfica quizá!..
Nos leemos
lo términé de leer y me dejaste un problema de enverga-dura :D
;D
todos tenemos una doble vida...
Muy buen relato, me encanto .
slds
Oscar Soria
realtos...
el anterio fui yo, Relatos...
Los pecados de los que nos arrepentimos toda la vida son de los que no cometemos cuando tenemos la oportunidad.
Bienvenido a la Casa de La Tentación.
me gusto, mierda si
cuando escribes otra cosa, para entretenerme ,..creoq esto ya lo lei como 20 veces mas creo :PL
ta bueno!
por lo menos sabre q estas vivo, vuando escribas algo, vamos haxlo pronto, q la trixtexa me mata!!!
Publicar un comentario