sábado

Yo también quiero.

Intentó hacerlo con serenidad, la última vez había desperdiciado mucho, estaba temblando por cada sonido: los tendales chocando con las ventanas, una gota desprendiendose del caño, un bebé berrincheando dos pisos arriba. Gran cantidad se cayó en la alfombra, se combinó con el polvo y las pelusas, no hubo forma de rescatar algo. Fumó cubriendo la suave boca de vidrio para no dejar que el humo se expanda, repitió tres veces midiendo el tiempo. Busco ambientador, se echó gotas en los ojos y cepilló sus dientes.

Dormitaba en el sofá con el volumen alto del equipo, cuando ella toca el timbre. Sacudió su cabeza, se dio una bofetada para despertar.
Andrea había llegado sin maquillaje, estaba agitada por haber corrido varias cuadras. No tenían mucho tiempo sus padres regresarían de almorzar en una hora.
Ella como siempre insegura le preguntó si se había demorado mucho. Lo cierto era que sí, se demoró tanto que Diego casi se queda dormido, pero le dijo que no se preocupe.

Andrea quiso contarle algo sobre su día, quizá en otra ocasión él la hubiese escuchado con interés, pero la hierba lo había acelerado de pies a cabeza. Lo único que quería era empezar sin más preámbulo.
Le recordó la pequeña discusión que tuvieron el día anterior. Nunca descansaría hasta que Diego le pida perdón. Lo hizo, no fue sincero, no lo creía justo, pero quería cortar de una vez el tema. Por fin después de alimentar su ego ella quedo contenta y pudo besarla. Para Diego fue como descender por un tobogán hacia otra dimensión.
No eran más que besos y caricias, Diego sentía que ya estaban desnudos en la cama.
No se puso sostén ya que él siempre sufría al desabrocharlo, solo hacia falta desabotonar la blusa. Sus tibios senos quedaron al aire, gotitas de sudor se resbalaban en medio. Aparecieron en su mente imágenes publicitarias de cerveza, donde a menudo una voluptuosa mujer en biquini exhibe su cuerpo tan bañado en sudor como la botella que carga en manos. Quizá por eso se divirtió tanto lamiendo las gotas esparcidas en su piel.

Continuó por sus pezones, erectándolos, las costillas, el abdomen, el ombligo, acariciando su espalda y cintura. El tramo de sus besos se frenó por el jean, Diego levantó el rostro, la vio actuando de tal forma que Andrea no saldría por varios días de su mente: manoseaba sus senos en círculo, los estrujaba como a jugosas naranjas, jadeaba retorciendo su cuerpo con los ojos cerrados.
Se ruborizó al advertir que Diego la miraba así de entregada al placer. Sus mejillas enrojecieron sonrió avergonzada. Le susurró para ir a su cuarto. Cruzaron abrazados el pasadizo caminando sin prisa.
-Tu cuarto esta pidiendo auxilio. –Dijo Andrea mirando el desorden. La cama sin tender con las sabanas enredadas, el tacho de ropa sucia rebalsando, los zapatos fuera de lugar.
-Lo siento, es que hoy me levante tarde y no limpie. –Se puso a ordenar, mientras Andrea revisaba haber si encontraba libros nuevos en la repisa, le pilló tres del Marqués De Sade. –Pervertido. –Dijo arqueando las cejas.
Se besaron en la cama, Diego se movía encima de ella. Andrea le levantó el polo pero no se lo quitó, solo quería que sus pieles hagan fricción. Llevó sus manos al broche del pantalón, Diego hizo lo mismo pero no tenía mucho control de sus actos, se desesperó al no poder quitárselo.
Andrea sin problemas lo apartó dejando ver la minúscula mariposa tatuada en su pubis. No era la primera vez, pero en su estado veía las cosas con otros ojos, ese detalle tan seductor le hizo sacarle el jean por completo, y así no tener ningún impedimento al pasar su lengua.
Se abandono a disfrutar sus labios vaginales, ella por ratos se detenía a mirarlo si disminuía el ritmo le suplicaba que continúe como antes. Diego adoraba hacerlo.
-¡Ay métemela ya! –Gritó Andrea, lo pedía enserio.

Giró estirando el brazo hacia el primer cajón de la cómoda. Jaló sin medir la fuerza, el cajón se volteó, todo lo que había dentro se esparció en el suelo.

-¡Puta madre! –Gritó Diego mirando por todos lados para encontrar los condones, Andrea rió a carcajadas.
Tuvo que agacharse a buscar en medio de cigarrillos, cargadores de celular, Cd`s, hojas sueltas, baterías gastadas. Se dio cuenta que había mucho que desechar en su cuarto. Divisó los condones por la cortina. Al regresar Andrea estaba sentada cruzando las piernas, se mostraba seria.
-¿Qué es esto? –Dijo con la severidad de una madre a su hijo.
En la mano tenía la bolsita con hierba, Diego recordó que había dejado en ese cajón la marihuana. Lo que más temía lo terminó ocasionando él, sintió que ese sería el fin de su corta relación.
- ¿Hace cuanto fumas esto?

Su voz autoritaria era chocante, pero Diego no quiso responder, ante su silencio ella prosiguió.
-Que estúpida fui, por no darme cuenta. Ahora comprendo porqué a veces eres tan torpe.
Sus palabras lo irritaron. –Escucha, esto es algo que no te incumbe son cosas mías, yo no me entrometo en tu vida.
Andrea cruzó los brazos y rió con ironía. –No nada, solo te acuestas conmigo nada más.
-¿Y qué? ¿Nuestros encontrones te dan derecho sobre mí? –Dijo Diego alzando la voz.
-Tranquilo tonto. Me da rabia no haberme enterado antes, porque sino las cosas hubieran sido mas sencillas.
-¿Por qué?
-Por ahí vi una pipa, me la prestas please? –Dijo mirando el suelo.
-¿Cómo?
-¿No crees injusto que solo tu estés volando ahorita? Yo también quiero.

Diego creyó que era una broma, temeroso de sus intensiones cogió la pipa del suelo y se la entregó.
Ella muy calmada desmoñó hoja por hoja reuniéndolo todo en la palma de su mano. Verla semidesnuda, sentada en la cama, y desmoñando hierba, lo empezaba a excitar.
-Nos hemos ocultado esta babosada por tres semanas, ahora que lo sé, me gustas más. –Le guiñó el ojo.

Encendió la pipa, ella aspiró el humo con delicadeza.
–Que rico. –Se dijo a sí misma. Luego fue el turno de Diego.Minutos después bajo el éxtasis y la euforia, descendieron juntos por el tobogán. Se devoraron entre las sabanas, con gula, con desenfreno.

8 comentarios:

Atenas dijo...

muy bueno, volviste a atraparme, me engañaste con el relato, lo que siempre logras jjaa..
me encanto

Lydia dijo...

Me gustó ese giro que le diste a la historia y dentro del giro otro, cuando parecía que la cosa era autoritaria y más bien todo lo contrario... un reproche por no haber participado antes en el juego...

Ely Cervantes dijo...

jaja
lo lei todoo

O.o

que manera de captar mi atencion ^^ y justo cuando creí que seria el fin de la relacion entre andrea & su galan

O.o llega esoo

xDD

jaja
^^ pasare mas seguido por tu blog

Un beso

Ely Cervantes

Diancecht dijo...

Reconozco que me ha gustado, pero no sé si la moraleja es que es mejor ser sincero desde el principio o tener siempre una bolsita de marihuana en el cajón.

Atenas dijo...

oie!!!
cuando posteas algo nuevo!!!
SE NOTA QUE ESTAMOS MUY OCUPADOS jaa se cuida señor besos.

Las Lunas de Cleo dijo...

Vaya giro que has pegao...y yo que pensaba que nos ibas a relatar un "gran momento" de los tuyos!!!! : )
Fantástico,como siempre, con gran lujo de detalles.
En vez de leer, me dá la impresion de que lo veo en pantalla.

Un beso!

Noche Hermosa dijo...

Hola J.C, como estas?...ya estoy de regreso, con un poco de fuerza de voluntad :)

Como siempre, disfruto mucho de las historias que cuentas..yo tambien pense que hasta allí se daría esa relación entre esos dos chicos, pero ya veo..como siempre ese efecto de sorpresa que marca en tus relatos.

Saludos Nocturnos.

*Tany* dijo...

Hola Juan Carlos, como esta ud? =)

antes no habia tenido tiempo de comentarte pero siempre estado siguiendo sus posteos ^^

ya estoy de vuelta... y tu cuando regresas? =P

un beso.